jueves, 24 de abril de 2014

Unos Comen Perdices, Otros Lombrices - Historia Por David Sevilla Martín

Unos Comen Perdices, Otros Lombrices

  • Erase una vez, dos castillos separados por una montaña. Un castillo se llamaba La Bartolomesa, y el otro, La Esperanza. Los reyes de La Bartolomesa se llamaban Bartolomé y Josefina, y los de La Esperanza, José y Mª Esperanza.
  • Un día, dio la casualidad de que cada castillo tuvo un príncipe (o en otras palabras, cada reina (Josefina y Mª Espe) tuvo un hijo),
  • En la fiesta que prepararon, se invitó a la misma persona en los dos castillos, porque era pariente de las dos familias,
  • El príncipe de La Bartolomesa, llamada Tristán, obtuvo como regalo de Mª José, que así se llamaba la persona que era familiar de las dos parejas reales, un plato. Mª José explico:
      -- Este plato es especial. Cuando lo juntes con la cuchara correspondiente, se llenará de la comida más sabrosa que hayáis imaginado. ¿Dónde y quién tiene la cuchara? Es de la familia del castillo de el otro lado de la montaña.
  • Más tarde, el príncipe de La Esperanza, llamado Israel, obtuvo como regalo de Mª José una cuchara. Mª José explicó:
      -- Esta cuchara es especial. Cuando la juntes con el plato correspondiente, se llenará de la comida más sabrosa que hayáis imaginado. ¿Quién tiene el plato? Lo tiene la familia de La Esperanza en su castillo, al otro lado de la montaña.
  • Después de esto, las dos familias se quedaron pensando cómo arrebatarle al otro lo que querían. Los de La Esperanza eran tan tontos, que si hubieran tenido tiempo, ni en mil años habrían sabido que hacer. Bartolomé y Josefina lo entendieron al instante.
      -- ¡Hay que crear una distracción! - comprendieron
  • Se les ocurrió declarar la guerra, y mientras unos pocos irían a por la cuchara.
  • Nada más pensarlo, declararon la guerra, y los pocos elegidos fueron, perdón, "invadieron" el castillo de La Esperanza y cogieron la cuchara. Nada más verles, el "general del bando La Bartolomesa" empezó la retirada, para no perder más vidas. Se fueron a su castillo, y juntaron el plato y la cuchara, El plato se lleno de la comida más rica del mundo, y nunca se vació.
  • Cuando los de La Esperanza les pedían comida, ellos replicaban:
     -- Ingeniároslas para robarnos el plato y la cuchara, como sóis tan listos... lo conseguiréis, ¿verdad?
  • Y así fue cómo los de La Bartolomesa comieron perdices, y cómo los de la Esperanza, que no tenían nada, tuvieron que comer lombrices.


FIN 

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